Fuerzas cómo las del unicornio
Mientras orábamos un día en el seminario bíblico, un compañero que dirigía la oración decía pidiendo fe y animo: "Señor danos fuerza cómo las del unicornio, aumenta nuestras fuerzas." La mayoría se tomo en gracia la petición muy particular de la oración.
Creo que él hermano al orar tenia en mente el salmo 92:10, aunque el salmista exclama: "Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco." El animal mencionado es totalmente diferente, la Biblia nunca cita a un unicornio por ninguna parte; ni en este salmo ni en otro lado.
Por eso, es determinante analizar las palabras que decimos cuando oramos, para aquellos que orar se les complica y no saben que decir; Jesús dio ejemplo en Mateo 6 de cómo orar:
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre.
Comenzar nuestra oración exaltando el nombre de Dios antes de entregar nuestra lista de peticiones; expresar lo que Dios es, proclamar sus atributos debería ser prioridad.
Venga tu reino, hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra.
Cada petición que hacemos debe estar alineada con la perfecta y soberana voluntad divina. Santiago expresa que las oraciones no son respondidas cuando no se pide correctamente, porque se pide para gastar en deleites.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Lo que Jesús expresa en esta parte de su oración es que Dios provea para nuestras necesidades diarias, no pensar en acumular, ni afanarnos por el día de mañana.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
El perdón es parte importante de la oración, Dios esta dispuesto a perdonar toda ofensa, cuando la confesamos. Además el perdón trae paz al corazón y restaura dolores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Creo que él hermano al orar tenia en mente el salmo 92:10, aunque el salmista exclama: "Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco." El animal mencionado es totalmente diferente, la Biblia nunca cita a un unicornio por ninguna parte; ni en este salmo ni en otro lado.
Por eso, es determinante analizar las palabras que decimos cuando oramos, para aquellos que orar se les complica y no saben que decir; Jesús dio ejemplo en Mateo 6 de cómo orar:
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre.
Comenzar nuestra oración exaltando el nombre de Dios antes de entregar nuestra lista de peticiones; expresar lo que Dios es, proclamar sus atributos debería ser prioridad.
Venga tu reino, hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra.
Cada petición que hacemos debe estar alineada con la perfecta y soberana voluntad divina. Santiago expresa que las oraciones no son respondidas cuando no se pide correctamente, porque se pide para gastar en deleites.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Lo que Jesús expresa en esta parte de su oración es que Dios provea para nuestras necesidades diarias, no pensar en acumular, ni afanarnos por el día de mañana.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
El perdón es parte importante de la oración, Dios esta dispuesto a perdonar toda ofensa, cuando la confesamos. Además el perdón trae paz al corazón y restaura dolores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Día a día tenemos batallas contra el maligno, contra la carne y el mundo; pero Dios que es soberano y poderoso puede librarnos de caer en la tentación.
No te olvides de orar, diariamente, constantemente de acuerdo a la voluntad de Dios y no imponiendo nuestros deseos y sin pensar en lo que decimos, como Martín Lutero dijo: “La oración no es para cambiar los planes de Dios. Es para confiar y descansar en Su soberana voluntad”
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